NEUROPSICOLOGIA DE LA INVOLUCIÓN Y EL ENVEJECIMIENTO CEREBRAL
Envejecimiento: proceso deletéreo que acontece en todo ser vivo con el tiempo y que
es expresión de la interacción entre el programa genético del individuo y su
medio ambiente.
Para la OMS es importante saber que:
1. El envejecimiento es un proceso NORMAL.
2. Ocurre en todos los seres vivos.
3. Comienza en el momento de nacer.
4. Se acentúa en los últimos años
5. Se produce una limitación de la adaptabilidad.
6. Es un proceso no uniforme.
7. Es diferente de una especie a otra
8. Es distinto de un hombre a otro
9. En un ser humano no todos sus órganos envejecen a un
mismo tiempo
Envejecimiento cerebral: Proceso
deletéreo complejo de este órgano, producto de la interacción de factores
genéticos, ambientales, hormonales y metabólicos. El proceso de envejecimiento
afecta de modo distinto a las diferentes partes del cerebro.
Envejecimiento cortical: Proceso degenerativo
natural de la corteza que implica atrofia y eventualmente muerte neuronal. El
proceso de envejecimiento afecta de modo diferente a las distintas áreas
funcionales de la corteza.
Muchos
aspectos estructurales y funcionales cambian a lo largo del ciclo de la vida
humana. ¿Qué le ocurre a la estructura del encéfalo desde la adolescencia hasta
el día que tenemos un pequeño olvido y caminamos más indecisamente? ¿La
estructura del encéfalo cambia constantemente a lo largo del ciclo vital de
cualquier animal?.
cambios neuropsicologicos en el envejecimiento cerebral: durante los últimos 30 años se han hecho estudios
neuropsicológicos del envejecimiento que se pueden dividir en cuatro áreas:
1. Velocidad de rendimiento.
2. Memoria y aprendizaje.
3. Cambios de la personalidad.
4. Cambios sensoriales y perceptivos.
Previamente, debemos tener siempre en cuenta que el envejecimiento
se caracteriza por un incremento en la variabilidad interindividual de las
funciones cognitivas (Laursen, 1997; Ritchie et al, 1996). La educacion, el
nivel de actividad y los factores genéticos, son algunas de las variables que
influyen sobre las disitintas capacidades a lo largo de la vida (Bartres-Faz et
al, 1999).
Velocidad
de rendimiento: quizá el
cambio mas característico que se produce con la edad es que el rendimiento se
hace más lento, (Eusop et al, 2001) sin embargo esto no ocurre de manera
uniforme para todos los trabajos. Cuando se trata de movimientos sencillos
orientados, el cambio es comparativamente leve: se pierde menos del 10% entre
los 30 y los 70 años.
El enlentecimiento en tareas motrices sensoriales se produce
principalmente en la toma de decisiones sobre qué acción realizar, en otras
palabras en funciones cognitivas e intelectuales más que motoras.
Mucha de la lentitud se puede explicar por el hecho de que las
señales que llegan al cerebro procedentes de los órganos sensoriales y de una
parte del cerebro a otra, se hacen mas débiles, en tanto que al mismo tiempo
tiende a aumentar la actividad nerviosa aleatoria del cerebro. Esta última
difumina a la primera y conduce a errores, sin embargo la confusión puede
superarse, al menos en parte, utilizando más tiempo. Esto permite acumular
datos, intensificando las señales y moderando parte de la actividad aleatoria.
Memoria y aprendizaje: de entre
todos los cambios cognitivos relacionados con el envejecimiento, las pérdidas
de memoria son las más evidentes (Bartres-Faz et al, 1999). Pero no todas las perdidas son iguales; Kral (1962)
fue el primero en definir dos patrones distintos en relación a la alteración de
esta función: benigno y maligno, el primero, también llamado olvido senescente
benigno, refleja la pérdida normal de memoria que afecta al envejecimiento no
patológico y se caracteriza por dificultades en recordar información no
relevante para el sujeto en un determinado contexto, información que se puede
recuperar en otras situaciones. La forma maligna, también denominada olvido
senescente maligno, es la que está asociada a los tipos demencia senil, afecta
tanto a los hechos importantes, como a los irrelevantes (Bartres-Faz, D. 1999).
En 1986, Crook et al, describió una nueva entidad neuropsicológica
referida a la alteración de la memoria en relación con la edad, se denomino “Alteración
de la memoria asociada a la edad”, tiene una serie de criterios de inclusión
como son, la edad superior a los 50 años, las quejas subjetivas de memoria, el
rendimiento en pruebas de memoria por debajo de 1 DE por debajo de la media
establecida para jóvenes adultos en uno de los test estándar, funciones
intelectuales generales normales, y ausencia de demencia. Y unos criterios de
exclusión, como son el diagnostico de enfermedades psiquiátricas, abuso de
alcohol, enfermedades infecciosas o inflamatorias del sistema nervioso central
etc.
Teniendo en cuenta los criterios de inclusión, un 39 % de la
población entre 50 y 59 años puede ser diagnosticada de esta alteración y un
85% de los mayores de 85 años (Larrabee et
al, 1994).
Personalidad: los resultados de los tests de personalidad, muestran, cuando las
hay, tendencias muy someras. Los cambios observados parecen representar más
bien reacciones a las cambiantes circunstancias de la vejez, circunstancias que
no se miden en las pruebas habituales. Por ejemplo, por una parte, la
jubilación trae consigo un aumento del ocio y las oportunidades, mientras que
por otra, el cambio de las facultades puede limitar los intereses y las
actividades.
Las formas en que los individuos se ajustan a estas circunstancias
varían mucho. En todos los casos, la forma de ajuste no parece tener mucha
relación con las posibilidades materiales o económicas, o dentro de unos
limites, con la salud; depende de los rasgos de personalidad que se han poseído
a lo largo de la vida.
Cambios
sensoriales y perceptivos: en
este tema es necesario tener en cuenta dos puntualizaciones: no está claro que
un deterioro determinado sea siempre el resultado natural de la edad avanzada,
en lugar del resultado de una enfermedad, trauma o desuso. En segundo lugar,
las diferencias individuales en general, se hacen más pronunciadas con la edad,
de modo que algunos adultos pueden exceder las normas en una función
particular.
Parece inevitable que en la vejez se produzca una cierta pérdida de
la visión, más patente es la alteración de la facultad de enfocar objetos
cercanos, existe también disminución del tamaño de la pupila en reposo, agudeza
general algo disminuida, ligero estrechamiento del campo visual, cierta pérdida
de la capacidad de discriminar el color y mayor susceptibilidad al resplandor.
En el oído existe un declive progresivo en la capacidad de oír las
frecuencias mas altas (tonos) del sonido.
En cuanto a la sensibilidad corporal, encontramos una disminución
con la edad, de la sensibilidad a la vibración y al dolor y cierta pérdida de
sensibilidad a la detección de ligeros movimientos de las articulaciones,
aunque las implicaciones practicas de estos resultados no se han investigado
totalmente.
En cuanto al tacto y al olfato, hay una pérdida de sensibilidad, lo
que supone en el caso del olfato, un peligro en la detección de señales de
alarma tales como los agentes olorosos que se añaden al gas.
Todas estas alteraciones en la velocidad de percepción, la memoria y
el aprendizaje y cambios senso-perceptivos, que se producen en el
envejecimiento normal, serán debidos a:
Cambios macroscópicos.
Cambios histológicos.
Cambios bioquímicos y fisiológicos.
Cambios macroscópicos en el encéfalo
1. Los cambios en la estructura del encéfalo que acompañan al
envejecimiento pueden verse a diferentes niveles, desde las estructuras
subcelulares hasta la morfología global del encéfalo. Las diferencias en el
peso del encéfalo se han examinado, a menudo, en relación con el
envejecimiento. Durante años se ha cuestionado la relevancia del envejecimiento
en estos cambios de peso ya que es difícil distinguir los cambios debidos al
envejecimiento, de los cambios que se originan en estados enfermizos que llevan
rápidamente a la muerte.
2. Es interesante destacar que se ha
descrito una disminución significativa del volumen del tálamo con la edad, como
el tálamo esta implicado, entre otras funciones, en la velocidad de percepción,
podría haber una correlación entre ambos hechos (Van Der Werf, et al, 2001).
3. Las personas mayores tienen los ventrículos cerebrales significativamente
agrandados, existiendo además una asimetría entre ambos ventrículos laterales
(León-Carrión et al, 2001)
4. Las circunvoluciones de la corteza cerebral han
disminuido en abultamiento y los surcos son más anchos.
5. La enfermedad arterial, que afecta tanto a los grandes
como a los pequeños vasos, generalmente se presenta en los ancianos con
reducción concomitante del flujo sanguíneo y del consumo de oxígeno.
Todos estos cambios son importantes no sólo por su repercusión
funcional sino también a la hora de evaluar neuroimágenes, especialmente las de
personas mayores o en primeros estadios de enfermedad de Ahlzeimer.
Cambios histológicos en el encéfalo
1. Número de neuronas:
los cambios asociados con la edad se han estudiado, sobre todo, en neuronas, a
medida que envejecemos va mermando nuestra cifra de neuronas cerebrales, pero
sin acomodarse a ningún patrón fijo, por ejemplo, son muy pocas las neuronas
que desaparecen en las áreas del hipotálamo que regulan la secreción de ciertas
hormonas hipofisarias, por contra son bastantes las que tienden a desaparecer
de la sustancia negra y del locus cerúleo.
2.Dendritas: Las dendritas de
las células piramidales corticales (demostradas por la tinción de Golgi) son
más cortas, gruesas e inferiores en número en los ancianos.
3. Cantidad de sinapsis: la
cantidad de sinapsis en la corteza disminuye con la edad.
4. Cambios en áreas interneuronales: en humanos, monos, perros y otros animales, los espacios
extracelulares del hipocampo, corteza cerebral y otras regiones del cerebro
suelen acumular cantidades moderadas de placas seniles. Estos depósitos
esféricos de lento desarrollo, son en principio agregados de una molécula
pequeña, la proteína amiloide beta. Ignoramos qué células originan estos
depósitos de proteína y qué efectos tiene dicha acumulación sobre las neuronas
vecinas en los ancianos sanos.
5.nudos neurofibrirales: se encuentran oclusiones fibrilares
intracitoplasmáticas que aparecen en el pericarion de las neuronas de distintos
núcleos y en la corteza cerebral de la gente de edad avanzada, en especial en
el hipocampo. Estas tramas no son neurotúbulos ni neurofilamentos normales
(filamentos intermedios), más bien están formados por pares helicoidales de
filamentos similares en tamaño a los neurofilamentos, pero aparentemente
comparten con los neurotubulares al menos un determinante antigénico. Parece
probable que el desarrollo de estos nudos represente un estado de degeneración
neuronal que marque un lugar de descenso neuronal.
6. Placas neuríticas: las placas neuríticas (denominadas seniles) son focos esféricos que
contienen residuos y están formadas por depósitos amiloideos (depósitos de
proteínas insolubles) rodeados por una telaraña de prolongaciones de los
astrocitos, axones dilatados y restos de neuronas.
El amiloide de las placas seniles se compone de fibrillas
extracelulares de 6-10 nm plegadas. La proteina Beta del amiloide se codifica
en genes del cromosoma 21.
7. Cuerpos de Hirano: se
observan inclusiones eosinofilas intracelulares (cuerpos de Hirano) en las
células encefálicas de los ancianos, descritas también en enfermedades tales
como el Ahlzeimer, la esclerosis lateral amiotrofica y el Parkinson.
8. Órganos granovasculares:
se han visto organelas granulovasculares en gente de edad avanzada, en especial
en las neuronas del hipocampo.
9. Lipofucsina: esta
substancia amarilla e insoluble es más abundante en los cuerpos de las neuronas
de ancianos que en adultos jóvenes, sin embargo ello es aparentemente
inofensivo para las células.
10. Igual que las neuronas, también se resienten las células de la glía, que desempeñan un papel de apoyo
en las funciones cerebrales. Hansen et al
(1987), han comprobado que los astrocitos fibrosos aumentan constantemente de
tamaño y número después de los sesenta años, lo que tiene consecuencias
desconocidas, quizá represente de nuevo un intento del cerebro por compensar el
paulatino declive numérico y estructural de las neuronas.
Cambios
bioquímicos y fisiológicos con el envejecimiento
1. proteínas encefálicas y
lípidos: cerca de los 80 años de edad
ocurre una reducción en la cantidad del total de proteínas encefálicas en un
30%. Sin embargo sólo ocurre un ligero aumento del contenido de agua. Los
constituyentes lipídicos (grasa neural, cerebrósidos y fosfátidos) muestran una
disminución mínima en la vejez.
2.Neurotransmisores: al
envejecer se producen cambios en los sistemas de neurotransmisores (enzimas,
receptores, transmisores y sus metabolitos).
3. Daño encefálico: la
recuperación de un daño encefálico ocurre más rápido y en forma más compleja en
los jóvenes que en individuos más viejos.
En general podemos decir que el envejecimiento se caracteriza, a pesar
de su gran variabilidad individual, por un declive natural en ciertas funciones
cognitivas como la memoria, habilidades viso-espaciales o velocidad de
percepción, mientras otras funciones como el lenguaje pueden permanecer
intactas.
Referencias bibliográficas:
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